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La política se coló en los festivales: largó la interna por la senaduría de Ayacucho

Detrás de los festivales de Quines y San Francisco que competirán por la taquilla el próximo fin de semana, se esconde una disputa de fondo entre la dirigencia de Compromiso Federal-PJ por el principal cargo que estará en juego este año. Ni Juan Carlos Eduardo ni Oscar Macías quisieron moverlos de la grilla para una fecha posterior.

Juan Eduardo, Oscar Macías, Doly Glellel, Alberto Rodríguez Saá, Jorge Camargo y Hernán Gatica en Quines en abril de 2016. (Foto ANSL)
Actualizada: 04/01/2017 21:18
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El propio gobernador alentó desde siempre el armado de un cronograma para ordenar el calendario y evitar la superposición, sobre todo cuando los pueblos están próximos como en este caso, separados por apenas 50 kilómetros. No ha tenido éxito.

La interna del Partido Justicialista en el distrito, que este año lo cuenta al intendente de Quines, desoyó aquel mandato. Desde su entorno dejaron trascender que el Festival del Mate triplicará en asistentes al del Artesano. Por eso ordenó comprar mil sillas para disponer en la cancha del olvidado club Santa María, histórico escenario de la convocatoria puesto en valor a contrarreloj. Presume además de la cartelera de artistas de Córdoba y otras latitudes. Destinó un presupuesto récord para el paquete.

Es una demostración de fuerza pensando en arrebatarle la banca a San Francisco del Monte de Oro que la retiene desde hace ochos años de la mano de Hugo Alcaraz.

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Macías quiere que el próximo candidato a senador sea una persona de su confianza. Bajo el argumento de que Quines es el principal circuito electoral del departamento y el PJ local no tiene representantes en la Legislatura, intenta seducir a la conducción. En rigor su socio político Mario Alume es oriundo de la capital del mate.

“Este es mí festival”, publicita Macías y se despega de las críticas que llovieron sobre la anterior edición, la improvisó ni bien asumió. Ahora la meta es empardar la Fiesta del Melón, quizás el espectáculo folclórico más convocante de la provincia y con roce nacional (en febrero quiere lucirse con Los Tekis y Marama), y el año que viene doblegarla.

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El intendente, que estrenó su afiliación como jefe del peronismo quinense tras ser electo por el Frente para la Victoria, se muestra como “lo nuevo” y “el referente” del gobernador en Ayacucho.

“’El Alberto’ me hará todas las obras que le pedí”, repite entusiasmado y reveló que ya le arrancó la nueva obra de agua potable y más pavimento, entre otras promesas a cumplirse en 2017.

Se siente bendecido porque fue elegido para sentarse al lado del gobernador en la cena de asunción de autoridades en el hotel SMATA. Convirtió la foto en el mayor trofeo, aunque la imagen representó un mensaje gestual de la conducción a un auditorio con ADN inconfundible, estaban Gregoria Goyita García de Barroso, entre las glorias peronistas. Sin embargo la última incorporación extrapartidaria gozó del privilegio de cenar a la derecha del gobernador en la gala.

Algunos jefes territoriales del norte tienen presente que Macías hizo campaña inspirado en “la necesidad de renovación” y pedía “terminar con Rodríguez Saá porque había castigado a Quines”. No lo combatirán porque saben que hay un manual en el justicialismo provincial que regula el lugar de cada uno.

De todos modos, tienen memoria y no pierden de vista un caso testigo: el radical Fernando Casas forma parte de la plana mayor del PJ y controla desde hace dos décadas el corredor de Candelaria. El actual diputado se considera un peronista con derechos adquiridos. Ahora con el intendente de Quines ven que puede repetirse la historia.

En el otro extremo el presidente del consejo departamental, Juan Carlos Eduardo, con el estilo propio de su formación que no simpatiza con la ampulosidad, viene edificando para que su pueblo conserve la banca.

De todos modos quien más gestiona es Hugo Alcaraz que viene de prestar servicios como presidente del bloque e integrante de la junta electoral partidaria.

En diciembre completará su segundo mandato, después de haber sido intendente por dos períodos. Junto a Augusto Alume (diputado ininterrumpidamente desde 1987) son los únicos que trascendieron a la camada anterior de dirigentes que administraron la política regional. El selecto club que imprimió antes su nombre en la cámara monocolor lo formaron Elías Taurant, Héctor Torino, Carlos García y Sergio Álvarez.

En la nueva configuración Eduardo y Alcaraz entienden que corren con ventaja porque se han consagrado a la conducción. No ofrendarán despliegue para cumplir con su objetivo.

Los hermanos Gatica de Luján que tienen motivos para ocuparse de su reducto después del susto de las elecciones 2015, buscarán mantener la intendencia sin perder de vista la senaduría. Casas en apariencia se presenta debilitado en la coyuntura.

Como sea, una vez que bajen el telón el domingo a los folcloristas y cuarteteros, asomará en el escenario la puja que difícilmente se resuelva en internas. Desde 1987 Quines y San Francisco alternan en la butaca que estrenó Taurant.

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